El fenómeno meteorológico dejó su huella en uno de los espacios verdes más icónicos de la ciudad, con ramas y hojas tapando algunas veredas y con algunos árboles de gran tamaño partidos y caídos en varias zonas.
Decenas de vecinos y vecinas que pasaban por la zona, caminando o en vehículo, detenían su marcha para observar los daños.