Más de 80 vecinos denunciaron en la Fiscalía al desarrollador inmobiliario Martín Badino (y otros implicados) por una estafa que se extendió durante los últimos diez años en torno al denominado Barrio San Ignacio. En total son 130 compradores que cumplieron con todos los pagos y al día de hoy no han recibido las escrituras. De hecho, el imputado en la causa se quedó con un monto millonario y no abrió las calles, ni dividió los terrenos para siquiera empezar con la urbanización acordada. «Queremos que nos escuche tanto la Fiscalía como la Municipalidad», señalaron los damnificados que se movilizaron este miércoles por la mañana.