En el marco del plan integral de obras de la Cuenca del río Luján, continúan los trabajos que apuntan a aumentar la capacidad de evacuación de los caudales, facilitar el escurrimiento de aguas y contribuir a la mitigación de inundaciones.
Las tareas comenzaron el año pasado con la construcción de un paso alternativo para garantizar la circulación del tránsito liviano entre Olivera y Goldney, y continuó con la demolición del viejo puente y la remoción de escombros.
Actualmente trabajan en los pilotes de la nueva estructura, que se ubicarán más abiertos para evitar la obstrucción del curso de agua y los endicamientos que se producen por acumulación de ramas y residuos.
“Es una obra importante para los vecinos de la localidad de Olivera porque al tener una boca más ancha y pilotes más distanciados, el nuevo puente va a permitir que el agua corra mejor en caso de que se produzca una crecida. Al contar con una calzada más amplia, también va a mejorar el tránsito de vehículos”, señaló el intendente Leonardo Boto.
El nuevo puente tendrá siete metros de ancho -uno más que los seis de la estructura actual- y contará con pilotes, cabezales, losas y calzadas de hormigón H25, además de defensas vehiculares en sus laterales. Las obras son financiadas por la Dirección de Saneamiento y Obras Hidráulicas, dependiente del Ministerio de Infraestructura de la Provincia de Buenos Aires.