La Cooperativa de Reciclado y Artes en Madera (CoopRAM) nació en plena cuarentena gracias a un grupo de activistas feministas que busca generar trabajo fabricando muebles de madera reciclada. La meta a largo plazo es capacitarse y adquirir las herramientas necesarias para poder construir casas para mujeres en situación de violencia intrafamiliar.